Se comentaba en el Manolo y el Sanabria desde hacia días. Alfredo Pérez Rubalcaba dice que en este país enterramos bien, pero se le olvidó decir que él es un verdadero artista en la materia. Probablemente no habrá nadie que haya cavado más agujeros políticos (para otros) que Rubalcaba. El último es enorme, porque en el hoyo tiene que entrar todo un partido político: el PSOE. Pues decían los parroquianos de los aledaños del Congreso que no se creían que Rubalcaba se marchase tan tranquilo por mucho que el trompazo en las europeas fuese histórico. Acertaron los más sabios y los de la mesa.
Para entender todo esto que pasa en el PSOE hay que partir de cosas claras: Rubalcaba y Edu Madina son miembros de la misma Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, de la dirección del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados... Ambos han pilotado este partido a la derrota para la historia de los 110 diputados, y a la escandalosa debacle de las elecciones europeas del pasado domingo. Alfredo es el máximo responsable, pero Madina, que ahora se presenta como alternativa, ha sido lo mismo que Rubalcaba todo este tiempo. Su fiel escudero contra cualquier crítica. Madina, que no creía en las primarias abiertas, y que jamás aspiraba a nada según sus propias palabras. Se ha equivocado poco estos años, porque apenas ha dicho nada. Es difícil encontrar una materia en la que Edu no esté de perfil.
El lunes Madina pedía primarias. El martes un congreso. El lunes era partidario de una conquista de todos los militantes como son las Primarias Abiertas, aprobadas en el 38º Congreso del PSOE y por lo tanto incluidas en su legalidad interna. El martes, quería un congreso en el que votasen todos los militantes. Algo curioso, porque durante más de tres décadas todos los militantes del PSOE votan en sus asambleas y eligen a sus representantes libremente. Llega Edu, y pide algo que no está en ningún reglamento ni estatuto. Más curioso, que Madina no estuviese al lado de los que defendían el voto de los militantes en el Congreso de Sevilla, como por ejemplo Susana Díaz, Ximo Puig o Carme Chacón, por citar algunos. Tampoco estaba con los de las Primarias, que eran los mismos y algunos más. Madina, como siempre, daba largas a todos, y al final salió colocado de Andalucía a la derecha de Rubalcaba.
En el camino Edu Madina se ha dejado muchos aliados, lealtades y declaraciones públicas que van a perseguirle. Su falta de cálculo cegado por los presentes ofrecidos por Rubalcaba le ha llevado a intentar parecer un rebelde, cuando en realidad ha estado todo este tiempo sentado al lado de Rubalcaba, escuchando a la orquesta mientras el barco se hundía. Hoy mismo, a pesar de postularse para ser candidato, es incapaz de dimitir de la Ejecutiva que está redactando el reglamento y quiere aprobarlo sin pasar por el máximo órgano socialista entre Congresos, que es el Comité Federal. Dimitirá, puede ser, pero ya es tarde. Madina quiere ser la niña en el bautizo, el niño en la comunión... Se predica con los hechos. Las palabras, los mensajes enigmáticos en Twitter y los silencios no deberían ser la seña de identidad del próximo líder de los socialistas.
Edu Madina es el candidato de Rubalcaba, Valenciano, Óscar López... Acaban de tumbar al Secretario General de Castilla y León, Julio Villarrubia, porque estaba tibio a la hora de apoyar su huida hacia adelante. Por no participar de la ceremonia en la que se devolverá a la vida a Rubalcaba. Otro cuerpo, otra cara, pero la misma ambición por seguir en el poder, aunque todo a su alrededor esté destruido. Por el bien del PSOE, y del país, esperemos que alguien plante cara a Rubalcaba en este Congreso. En esta consulta que no será vinculante pero que quieren disfrazar de primarias. Que se enfrente a Rubalcaba, porque aunque escuchemos la voz de Edu Madina, dentro vive eterno Rubalcaba.
