La Chacón al agua

De todos es conocido que el diario El País, mejor dicho, los habitantes de su zona noble, tenían dos candidatos preferidos para la presidencia del Gobierno. Los cuidaban y mimaban, y, como hacen los buenos gestores, habían elegido uno a la derecha y otro a la izquierda. No se pueden poner todos los huevos en la misma cesta, ni todas las páginas al servicio de la misma opción política. Sería Alfredo Pérez Rubalcaba en el PSOE, y Alberto Ruiz Gallardón en el PP. Los elegidos para la gloria. Abortada la opción Gallardón con la victoria de Mariano Rajoy, las cabezas pensantes de la planta noble no han tenido más remedio que apurar sus opciones en Rubalcaba, que para colmo de males no ha logrado tumbar a Carme Chacón en esta carrera previa al Congreso de Sevilla, habiendo resistido la candidata e incluso ganado en territorios que se daban por seguros para el eterno Ministro del Interior. El artículo que este fin se semana dedicaba el diario El País a Chacón, con todo lujo de detalles, no era otra cosa que la compra del discurso de Intereconomía para colocarlo en las páginas de un periódico que todavía se dice progresista. Les faltó titularlo, "La Chacón al agua", para terminar de coronar el olor a naftalina con ligeros toques de machismo rancio que emanaba el texto. La artillería pesada está en contra de Chacón, aunque las redes sociales se han encendido contra el artículo y el diario. Comienza a sonar esto a la campaña contra Josep Borrel cuando también osó presentarse contra el todopoderoso aparato en unas primarias. Y ganarlas, encima. La semana pasada, tomando unos vinos en el Manolo, alguno ya decía que esto no tardaría en ponerse grosero. Como aquí ninguno da puntada sin hilo, seguro que el compañero de fatigas ya conocía de donde venía la munición para la descarga del fin de semana. Detritus necesarios para la composición de una buena escultura, que nunca dejará de estar compuesta por basura, por mucho que se adorne de prosa más o menos fina. Ahora Chacón tendrá la culpa de tener un marido profesional de lo suyo. Particularmente yo lo veo como una ventaja. Si la señora llega a Presidenta del Gobierno necesitará ayuda de muchos, igual que los hombres que lo hicieron antes, y si detrás de todo hombre hay una gran mujer, lo normal será que detrás de toda mujer tenga que haber un gran hombre. Además, un servidor prefiere como consorte a alguien que diferencie las peras de las manzanas. Error de El País, y error del equipo de Rubalcaba si no se apresura (ya van tarde) a condenar ataques gratuitos contra una compañera que hasta la fecha está haciendo una campaña de guante blanco, en la que sólo ha tenido buenas palabras para el adversario. Ni siquiera en medios de comunicación que se le pueden suponer afines si atendemos a lo que dice El País ha habido una mala palabra para Rubalcaba. ¿Hay nervios en el equipo del ex vicepresidente del gobierno? A tenor de algún exaltado en las redes sociales, que compartía el artículo como si se tratase de las tablas de la ley, parece que muchos nervios. Muchos.