No hay vuelta atrás. Los fieles a Alfredo Pérez Rubalcaba queman las naves para tratar de inclinar la balanza a favor no de su candidato, sino de su propio futuro en la política. Es estos menesteres son socorridos por algunos que se retiraron de la política, pero siguen hablando de política. Juan Carlos Rodríguez Ibarra, con el desparpajo habitual que le hizo famoso, dijo ayer que Carme Chacón era "Zapatero con faldas". Navajazo trapero en un intento de hacer ver a los delegados del 38 Congreso del PSOE que la candidata no es algo nuevo en el panorama político. Claro, lo dice alguien que apoya al que fue Vicepresidente, Ministro del Interior y Portavoz del anterior Gobierno. Rubalcaba, que además también fue de los que mandaba en tiempos de Felipe González, no debería dejar que los que le apoyan le hagan este tipo de favores. Sacar el debate de la fecha de caducidad política de un líder sólo llevará a los que tienen que votar a la conclusión de que Rubalcaba lleva más años en esto que algún ujier del Congreso. Eso si descontamos la derrota que sufrió en las elecciones, peor que la de Joquín Almunia, y que debería haberle llevado a presentar su dimisión esa misma noche en la que se abrieron las urnas para vomitar la debacle socialista. No hay discusión posible sobre quién representa el futuro del PSOE entre los dos candidatos. Es cosa de años, en todos los aspectos. También ideológicamente. Mientras desde el entorno de Rubalcaba sólo se habla de girar al centro para resolver todos los males, en el de Chacón la opción es más izquierda. Recuperar la identidad. Tiene toda la lógica. Si se va a gobernar con la idea económica del centroderecha liberal, eso saben hacerlo mejor los verdaderos representantes del mismo, y no un PSOE reconvertido. Los socialistas deben encontrar su ser en la izquierda, y profundizar en este ideología y sus opciones económicas para la sociedad. Necesitamos una salida distinta a este atolladero al que nos lleva Ángela Merkel con el aplauso entusiasta de Mariano Rajoy. La solución está a pocas horas, y sabremos quién dará la réplica a la escalada al monte del Partido Popular, mientras los huérfanos de Rubalcaba siguien apretando los dientes para arañar ese delegado que les dé la victoria.
La Chacón es la renovación?. Hamos anda. Si gana meterá en la ejecutiva a las leyres varias, Narbonas, Borreles.
ResponderEliminarAdemás es tan perdedora en Cataluña como Rubalcaba. No engañeis.