El proceso que culminó en Sevilla con la recuperación del
poder en el PSOE por parte de aquellos que lo perdieron con la llegada de José Luis
Rodríguez Zapataro comenzó en Madrid. Alfredo Pérez Rubalcaba, y José Blanco,
que en ese momento se veía con más opciones antes de su incidente judicial,
lanzaron la operación Trinidad Jiménez para finiquitar a Tomás Gómez, avalado para el puesto por Zapatero, y
así comenzar a hacerse con importantes federaciones socialistas de cara al
futuro Congreso. Parte de esa misma hoja de ruta fue el envío de Óscar López a
Castilla y León, donde a regañadientes aguantó y logró ganar casi todos los
votos para Rubalcaba en el cónclave decisivo. Tomás Gómez y su victoria en las primarias fue el primer revés. Carme Chacón la
confirmación de que no iba a ser tan fácil. Retirada Chacón para que no
retirasen antes de tiempo a Zapatero, el desplome electoral del Partido Socialista
evidenció que no existían salvadores de las esencias que aguantarían un
resultado digno. La vuelta de Chacón para disputar el Congreso del PSOE, y el
apoyo de Tomás Gómez a su candidatura, le han valido al líder socialista
madrileño figurar en el punto de mira del aparato de Ferraz. Las primeras
asambleas celebradas en las agrupaciones madrileñas están siendo favorables en
su mayoría a Gómez, pese a que todos los sectores cretácicos de la FSM están
siendo movilizados en su contra. Sólo falta Pepe Acosta, que podría abandonar
su preciado retiro en el Manolo para unirse al aquelarre contra Gómez. Y es que
la victoria del que fuera Alcalde más votado de España sería un importante
empujón para todos los que han salido tremendamente defraudados de Sevilla,
además de un mensaje a la sociedad de que no todo parece estar perdido en el
PSOE. Corren el riesgo en Ferraz de comenzar su mandato perdiendo sendas
elecciones en Andalucía y Asturias, además del Congreso del PSM si Gómez logra
mantener su cargo. Que traten de hacerle la cama al hombre es un síntoma de que
en este PSOE las cosas vuelven a los orígenes. El que se mueve no sale en la
foto. Pocas cosas peores podrían pasarles a los socialistas que comenzar dando
una imagen de purgas estalinistas para con todos aquellos que no se sumaron a
la ola de llamadas que se hicieron la noche previa a la votación del Hotel
Renacimiento. Más sencillo hubiese sido la coherencia, y es que si la máxima de
la continuidad, encarnada en Rubalcaba, es lo mejor para el PSOE, no tiene por
qué ser diferente en el PSM. Tomás Gómez es el líder que necesitaba el
socialismo madrileño desde hace muchos años, y no deberían los que antes han
ocupado ese cargo meterse en camisas de once varas ahora que llevan tiempo sin
ejercerlo. En algún momento deberá primar el estilo antes que los intereses,
por mucho que los expresidentes tiren de móvil metidos en la harina de las
noches congresuales. Pese a las idas y venidas de José Cepeda, que ha cambiado
tantas veces de bando que debe tener dificultades para reconocer a los suyos
(de ahora), y el terco empeño de algunos en moverle la silla, Tomás Gómez debe
seguir en su puesto si el PSOE quiere aspirar a algo más que ser un buen
partido de oposición durante la próxima década, por lo menos.
Solamente puedo decir, lo que me comunican quienes lo han conocido y viven en Parla. No conozco los entresijos actuales del PSOE y la verdad es que trato de huir de ellos, porque ya me vi envuelto en esos lios y al final opté por quedarme fuera. Por lo tanto y resumiendo, mi opinión sobre Tomás Gómez es inmejorable y su honradez y honestidad están fuera de toda duda y eso es mucho en los días que vivimos.
ResponderEliminarSaludos