domingo, 19 de enero de 2014

Los renovadores de la nada siguen al mando

Fue el apelativo que Txiki Benegas puso al grupo que, alrededor de Felipe González, quiso anular al PSOE como partido para dirigir todo desde el ámbito institucional, en el que los socialistas mandaban y mucho en aquellos años. "Renovadores de la nada", se repitió durante mucho tiempo en la prensa, pero terminó por olvidarse. Alfredo Pérez Rubalcaba era cabeza visible de ese movimiento interno, que pretendía dejar fuera de juego, y lo lograron, a los "guerristas". El partido, que aprobaba cuestiones decisivas en sus órganos internos, quería influir en el gobierno que había formado tras sus incontestables victorias en las urnas. Los que habían llegado al poder sin una trayectoria previa en el PSOE, no sabían ni querían saber de esas cosas. Las primarias que por obligación, empujados por la opinión pública e interna, han aprobado Rubalcaba y su equipo con la aprobación de los barones regionales, son la expresión de que ese poder de los "renovadores de la nada" sigue más vigente que nunca. Son unas primarias que anulan la capacidad del PSOE para ponerse al frente, de verdad, de la regeneración política en España. 

Los censos

Parece que en el PSOE nada puede hacerse sin que haya un censo mediante. Los censos han provocado batallas memorables entre los socialistas, porque de ellos dependía quién votaba en los procesos internos. En muchas ocasiones, desaparecían cientos de militantes de una agrupación, que casualmente iban a votar por el mismo candidato. Los censos son vicios del pasado, y una manera de echar a los ciudadanos de este proceso. No gustan, porque estamos hartos de que nos pidan los datos para todo. Por la calle para apuntarte a cosas, para venderte tarjetas de crédito en el centro comercial, para enviarnos spam masivo al correo electrónico... Puede que haya mucha gente que desea participar de este proceso, pero no quiere verse apuntada en un papel que luego puede filtrarse y llegar a oídos de su jefe. El que crea que eso no pasa en España, es un iluso.

Firmar para asumir los postulados socialistas

Pero vamos a ver. Si ni siquiera dentro del PSOE hay unanimidad en la mayoría de cosas, porque se le pide a un ciudadano que firme un papel para decir que aunque no está afiliado comulga con todo lo que diga el PSOE. Es una barbaridad, digna de los comunistas a los que tanto critican desde la brunete telemática de Rubalcaba. 

Dos euros

Y encima, a pagar. Por si no hubiese algo que echase para atrás en este país, el PSOE lo incluye para, dicen, sufragar los gastos del proceso. Pero vamos a ver. ¿Si el proceso es bueno para ustedes (el problema es que algunos siguen sin verlo) por qué tengo que pagarlo yo? Es otra trinchera más, por si las dos anteriores no hubiesen sido suficiente. Ni siquiera los parados con o sin prestación, se librarán de pagar. Vaya con el partido que más vela por los más débiles.

Pasar dos veces por la sede del PSOE

Y claro, no se iba a solucionar todo el mismo día de la votación. Habrá que pasar dos veces por la sede del PSOE. Es el "vuelva usted mañana" de toda la vida, aplicado a la desmovilización en un proceso de primarias. Primero para apuntarse al famoso censo, y luego el día de la votación. Marear al ciudadano, para que desista y abandone. 


Debilitar la estructura del partido siempre fue el objetivo de los "renovadores de la nada". Sabían que la marca PSOE les otorgaba suficiente potencia sin necesidad de afiliados y cargos orgánicos detrás, que solamente molestaban. Estas primarias, y su reglamento, que se despachó en dos horas en un Comité Federal, son el mejor ejemplo. No hubo voluntad de tener este debate en la olvidada ya Conferencia Política, que solo sirvió para gastar más dinero del PSOE mientras trabajadores de la calle Ferraz se iban a sus casas en un ERE. Con cientos de militantes en Madrid, no se debatió este reglamento de primarias. Ha vuelto a hacerse con los barones, el aparato puro y duro poblado de esos renovadores, a los que solo sirve el partido cuando lo controlan. Incluso la capital de España no tiene aseguradas unas primarias abiertas y en condiciones. De poder hacer historia, a pasar a la historia. Ese será el epitafio de algunos líderes socialistas que han manejado este proceso mientras buscan acomodo y sueldo para la nueva etapa que se abre. Y asombroso es el apoyo que, desde sus atalayas de Twitter, algunos otrora críticos y valedores de la apertura y la participación, se pliegan ahora a unas primarias de medio pelo. Roma no paga traidores, pero si paga, o hay esperanzas de que lo haga, solo lo hará a los que traicionen sus principios. La cola ya da dos vueltas a la sede socialista.


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